Ahora Puedes Beberte El Café En Una Cabeza Zombi
Los zombies se quieren comer tu cerebro, y la única manera de matar un zombi es quitándole su cerebro, y mientras tanto tu solo quieres tomarte un café para despertar por la mañana.
Ahora, gracias a Kevin “Turkey” Merck, puedes tomarte ese café y evitar a la vez el ataque zombi, todo por el módico precio de 220 dólares. Las terroríficas tazas de Merck están hechas a mano con arcilla y resina epóxica, para asegurarse de que tu calavera zombi no tenga sabor desagradable.
“El padre de mi mejor amigo, Wayne Hewell, es un maestro alfarero de 5ª generación, y empecé a aprender con él en 2001,” contó Merck a Examiner. “Iba a su tienda y me enseñaba cómo manejar la arcilla, nada formal. Viven muchos artesanos en mi zona y aprendí de muchos ellos, cada uno enseñándome en un área distinta y específica, como la cocción o el barnizado. Pero me gano la vida como profesor de instituto, y solo trabajo en mis esculturas los sábados y algunas tardes.”
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Los zombies se quieren comer tu cerebro, y la única manera de matar un zombi es quitándole su cerebro, y mientras tanto tu solo quieres tomarte un café para despertar por la mañana.
Ahora, gracias a Kevin “Turkey” Merck, puedes tomarte ese café y evitar a la vez el ataque zombi, todo por el módico precio de 220 dólares. Las terroríficas tazas de Merck están hechas a mano con arcilla y resina epóxica, para asegurarse de que tu calavera zombi no tenga sabor desagradable.
“El padre de mi mejor amigo, Wayne Hewell, es un maestro alfarero de 5ª generación, y empecé a aprender con él en 2001,” contó Merck a Examiner. “Iba a su tienda y me enseñaba cómo manejar la arcilla, nada formal. Viven muchos artesanos en mi zona y aprendí de muchos ellos, cada uno enseñándome en un área distinta y específica, como la cocción o el barnizado. Pero me gano la vida como profesor de instituto, y solo trabajo en mis esculturas los sábados y algunas tardes.”
Patricia Piccinini nos muestra sus esculturas más inquietantes
Patricia Piccinini es una artista multimedia australiana que usa la escultura para explorar una de las posibilidades del futuro posthumano; un futuro donde los parahumanos, seres genéticamente alterados que mezclan ADN humano con animal, son lo común.
Las esculturas de Piccinini son provocativas debido a su realismo. Los materiales que utiliza para crear estos mutantes son silicón, fibra de vidrio y a veces usa cabello humano. Él verlas en persona aumenta el efecto surreal de las esculturas, puesto que se ven reales e incluso vivas, a pesar de ser figuras inanimadas.
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Patricia Piccinini es una artista multimedia australiana que usa la escultura para explorar una de las posibilidades del futuro posthumano; un futuro donde los parahumanos, seres genéticamente alterados que mezclan ADN humano con animal, son lo común.
Las esculturas de Piccinini son provocativas debido a su realismo. Los materiales que utiliza para crear estos mutantes son silicón, fibra de vidrio y a veces usa cabello humano. Él verlas en persona aumenta el efecto surreal de las esculturas, puesto que se ven reales e incluso vivas, a pesar de ser figuras inanimadas.
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